Meditación Guiada Para El Despertar y Expansión de la Conciencia

En esta meditación nos adentraremos en la experiencia de expandir la visión interior más allá de la sensación de un cuerpo y una mente individual, para sentir la conexión con el espacio infinito, usando el cosmos y el océano como imágenes de una conciencia pura, abierta y sin limites, capaz de acoger sin juzgar desde la inmensidad del ser.
Meditación guiada y creada por José Manuel Martínez Sánchez

MEDITACIÓN GUIADA EN TEXTO

Al cerrar los ojos observa qué ves. No trates de nombrarlo o describirlo mentalmente. Solamente observa. Observa ese espacio que a simple vista parece oscuridad pero que no tiene una forma definida. Esa luz oscura al no tener forma no tiene límites ni contorno es como un vasto cielo, tal que la inmensidad del cosmos. Y ese espacio se encuentra dentro de ti. Fúndete en esa espaciosidad grandiosa. 

Ya no te observas como un cuerpo, como una cosa definida y limitada, sino que te has convertido en ese espacio infinito, un espacio que como el cosmos todo lo acoge, todo lo contiene. Puedes sentir esa totalidad ilimitada dentro de ti, latiendo en el centro de tu pecho. 

El corazón es ese centro sin centro, el núcleo de tal milagro. Obsérvalo. Siéntelo. Te has desidentificado de esa pequeña y minúscula gota de agua individual, ahora esa gota como agua de lluvia se funde en el océano del ser, en el universo de tu corazón. La paz, la calma, te abraza a cada momento, en cada inhalación, en cada exhalación. Sin juicios, sin palabras. La calma y el silencio te acarician, lentamente, como la caricia del aire al entrar y salir por tus fosas nasales. 

La calma y el silencio te mecen, como se mece el abdomen, subiendo y bajando, muy lentamente, con la entrada y salida de la aire de tu cuerpo. Estás aquí y ahora, en este espacio infinito y dichoso de tu ser, mecido y acariciado por tu aliento. Observa, sin interpretar. Escucha, sin rechazar. Este espacio todo lo acoge, sin identificarse con nada. Desde un silencio amoroso, confiado, desde una calma pacífica y callada. Como océano imperturbable, inmensamente sereno, relajado. 

Déjate llevar por su oleaje profundo, por sus mareas tranquilas. Y vuelve a tu visión interna, al espacio infinito, al universo dentro de ti. Sin contornos, sin límites, libre, despejado, sin juicios, con amoroso silencio. Fluye con tu respiración. Sin dirección, sin dirigir. Fluye libremente. Calladamente. En calma.

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